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DF Lab Opinión/ Cultura: la gran brecha de género para el emprendimiento

"¿Por qué digo que el problema en Chile es sobre todo cultural? Por un lado, porque la realidad de los países nórdicos es completamente diferente".

Por: Elvira Montero, socia fundadora de Bsale Chile y emprendedora Endeavor | Publicado: Lunes 29 de noviembre de 2021 a las 09:34 hrs.
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Aún en 2021 hay quienes piensan que las mujeres no tienen interés en las carreras relacionadas a las ciencias, matemáticas, ingeniería, economía y otros espacios que históricamente han sido apropiados por hombres, pero la realidad es que esto no es más que el reflejo de nuestra cultura que va alimentando brechas de género que se forman desde la infancia y que se perpetúan en el tiempo hasta el momento de elegir qué estudiar, o a qué dedicarnos, por ejemplo.

Esta visión afecta la creación de emprendimientos liderados por mujeres. Como emprendedora con más de 10 años de experiencia, lo he vivido en primera persona con mitos que van desde el "si eres madre no tienes tiempo para emprender" o "el rol de la mujer es criar a tus hijos o hijas mientras que el del hombre a proveer sustento", entre otros que dan cuenta de una visión binaria que no hace más que entorpecer la participación femenina y el crecimiento del país.

Como madre de tres, ser mujer no ha sido un impedimento para emprender en Chile, en Perú y de tener una proyección de llegar a más países. Emprender es difícil, eso no podemos negarlo, pero fomentar el emprendimiento femenino está tan ligado a impulsar la participación de la mujer en el ámbito profesional, como el de avanzar en coparentalidad, además de otros factores que a días de la conmemoración del día internacional de la mujer emprendedora (19 de noviembre) me gustaría compartir.

¿Por qué digo que el problema en Chile es sobre todo cultural? Por un lado, porque la realidad de los países nórdicos es completamente diferente. Dinamarca, por ejemplo, es considerado uno de los países más felices del mundo y tienen incorporado en su cultura la igualdad de género, entendiéndolo como un factor basal para el éxito. La participación política de las mujeres en el parlamento danés es de un 37% cuando la media europea es 26%. Otro ejemplo es Islandia, que lidera el Informe de la Brecha de Género, siendo el primer país en prohibir por ley que los hombres puedan cobrar más que las mujeres en trabajos de la misma categoría. También está Suecia, con un gobierno liderado por mujeres, o Finlandia considerada la nación más estable, libre, segura y una de las más igualitarias del mundo.

Recuerdo también haber estado en una cumbre de mujeres emprendedoras en 2017 en California, organizada por la fundadora de Endeavor Global, Linda Rottenberg, donde nos reunimos más de 40 mujeres emprendedoras de 13 países para poner en común experiencias, desafíos y la manera de generar cambios significativos en nuestros respectivos ecosistemas. Fue interesante ver y entender las diferentes realidades, y cómo uno puede ser parte de esos cambios. Había varias participantes que no expusieron como un problema ser mujer a la hora de emprender o levantar capital, a diferencia de otras emprendedoras, de medio oriente, por ejemplo, donde este desafío aun es altamente complejo.

Cuando ves que tu mamá, tu tía, tu abuela, tu compañera y tu vecina se dedican a labores de la casa, crees que es normal y no sueñas con algo diferente. Pero, pensando en un mundo paralelo ¿Te imaginas que el primer avión haya sido inventado por dos hermanas que soñaban con volar? ¿O que el primer antibiótico fue creado por una mujer cubana que descubrió una propiedad al estar investigando? Tu horizonte se amplía y sueñas en grande.

Por eso es fundamental tener modelos de rol, mostrar, compartir, celebrar y apoyar los emprendimientos de mujeres de manera de inspirar a otras a soñar en grande, entendiendo esto como crear empresas que generen valor al país, empleo, riqueza, innovación, competencia, y al mismo tiempo educar a nuestros hijos e hijas, hombres y mujeres que aún tienen ese pensamiento binario.

También es importante crear organizaciones que se preocupen de formar a mujeres en los ámbitos necesarios para emprender como el campo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) donde se proyecta la generación de cerca de medio millón de puestos de trabajo en los próximos dos años y donde actualmente 1 de cada 4 matrículas son de mujeres, según cifras del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. Es importante, difuminar los mitos que se forman desde temprana edad y crear concursos que fomenten y financien la formación y apoyo inicial.

Si formas parte de una empresa fundada sólo por hombres, invita a una mujer. Si tienes una empresa fundada sólo por mujeres, invita a hombres. La diversidad enriquece tremendamente el emprendimiento y esa es la base de la cultura que debiéramos fomentar. No se trata de más mujeres o menos hombres, se trata de avanzar hacia un país donde el género no defina en ningún caso nuestros horizontes, algo que esperamos este presente como norte en la construcción del Chile de los próximos años.

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